La
noticia se emitía por todas las cadenas en forma de titular inapelable y
angustioso. Lo
habían advertido algunos demógrafos. Lo anunciaba a gritos el ejército de
visitantes que cada día saturaba las calles, el tráfico inmovilizado en las
avenidas, las colmenas de apartamentos que se amontonaban en torno a las zonas
turísticas. No quedaba sitio en los hoteles, ni en los chalets de las
urbanizaciones superpobladas. Ni siquiera en los bancos de los parques tomados
por los sintecho que mendigaban las migajas de la abundancia. Los políticos
llamaban a la calma, pero preparaban sus maletas cargadas de culpa y dinero
negro, para un éxodo convulso y desordenado.
Que bueno. Es muy enérgico el micro en su lectura.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias Jonh.
EliminarEl texto está tan saturado como la propia Luna y el tono es tan extremo como desesperada su situación. Era la idea, me alegro de que la hayas valorado. Te invito a que descubras otros micros de este blog. Un saludo.
Como siempre bien planteado, y ejecutado a la perfección. El final, como debe ser, una frase corta y que nos deja con un «¡oh!» y una sonrisa.
ResponderEliminarEnhorabuena, campeón. Eres muy bueno, pero eso no es nuevo.
Gracias, Mariló. Este blog estaba bastante dormido y he decidido actualizarlo con los últimos micros que he ido presentando, retocados y sin el límite estricto de las 120 palabras. Espero seguir teniéndote de comentarista. Un abrazo.
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