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miércoles, 1 de enero de 2014

Comienza el viaje


Uno nunca sabe bien por qué escribe. Bueno, entendámonos, algunos sí lo saben con toda rotundidad: escriben para publicar. Y quieren publicar para trascender, para que su legado sea merecidamente reconocido en vida y venerado después de muertos. Una pretensión esta de lo más respetable, solo faltaría, pero a mí la verdad es que eso no me llama demasiado.

Yo, eso sí, cuando tengo en la cabeza una historia -a veces solo un personaje, un final, una frase...- siento una necesidad inaplazable de pasarla al papel, de darle forma y sentido de un modo u otro, para deshacerme de ella para siempre. Después de dar ese paso ya no soy el mismo, de eso sí que estoy seguro, aunque reconozco que se trata de un cambio casi imperceptible, un leve avance en un largo camino que no sé muy bien a donde, ni por donde me lleva.

Esta ruta de la que a partir de ahora dejaré cumplida constancia en este blog, no es el épico "viaje del héroe" del que hablaba Campbell, sino la decisión seguramente poco meditada de quien se embarca, sin sextante y con poca brújula, allá a donde el mar le lleve. Un viaje de buenas intenciones, pero de resultados más bien inciertos: el viaje iniciático de un caminante a todas luces temerario.

6 comentarios:

  1. El viaje lo comenzamos todos, cada uno una finalidad diferente sobre que uso darle a las historias. Al igual que a ti, cuando me bulle algo, no paro de darle vueltas hasta que toma forma...Entonces, no me queda otra que pasarla a papel para que haga su aparición la siguiente. Y al igual que tú, soy también temeraria por mi falta de conocimientos técnicos a la hora de escribir, pero ¿qué es la vida sin riesgo...?
    Solo hay algo que tienes que tener en cuenta: "No importa cuanta gente pasa por el blog de uno, solo importa cuántos repiten. A mi me tendrás como repetidora contumaz de tus escritos, simple y llanamente, porque me gustan...Besines. (Jo, parezco hasta culta...jajajaj)

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    1. Tomo nota de tu consejo sobre la valoración de las visitas del blog. Y sobre el viaje, no hay duda de que tú eres otra temeraria. Te hago sitio.

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  2. Creo que saber con certeza el porqué se escribe es complicado y las respuestas, la mayoría de las veces banales, evitan profundizar hasta el origen de esa necesidad de llevar al papel nuestros sentimientos y nuestra imaginación. Sólo las personas con mucha vocación tienen claro el camino y el objetivo. Ese no es mi caso y, de momento, me he puesto a navegar sin tener claras las etapas del viaje. Sólo voy siguiendo las estelas de otros barcos, atenta a probar todo lo que me sale al paso, hasta que encuentre mi propio puerto que, probablemente, pasa por encontrarme a mí misma.
    Carmelo, me alegra que hayas abierto este blog. Ya sabes que te seguiré sin dilaciones. Un abrazo.

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    1. El viaje del temerario tiene puertos de tránsito, pero no de arribo. ¿Para qué? La aventura es la aventura...

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  3. Amigo Carmelo: escribes porque lo llevas en la sangre, porque tienes un don y porque, en base a ello, estás obligado ética y moralmente a hacerlo. De esa forma, aquellos que te admiramos disfrutaremos de tu talento y confiaremos en que algo se nos pegue. Me alegra muchísimo la puesta en marcha de tu blog. Me hago socio desde ya. Un abrazo.

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    1. Bueno, siempre podrás decir que fuiste un poco el culpable de esta puesta en marcha. Una excusa más para seguir en contacto aprendiendo el uno del otro.

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